Clarin, Buenos Aires (Donato Decina), 2015
STEFAN LANO, EL INCREIBLE E INFATIGABLE MOTIVADOR Y PREPARADOR
SINFONICA NACIONAL ARGENTINA
La Sinfónica continúa adaptándose a su nueva casa, y en esa adaptación, tal vezlo mejor que pudo haberle pasado fue que Stefan Lano fuera convocado para esteconcierto. Y a Lano, lo mejor que le pudo haber ocurrido, fue que la SinfónicaNacional lo llamara. Hace rato que no veo una simbiosis tan grande, por no llamarlaabsoluta. Y es que la Orquesta, con la preparación del Conductor Norteamericano,logró un rendimiento superlativo en todo sentido, entregando una faena memorabley cosechando una ovación del público que a partir de este momento habrá quecomenzar a llevar las estadísticas de cuanto tiempo habrá de pasar para que serepita otra igual.
.....En la segunda parte ocurrió la explosión, con una versión de la Sinfonía Nº 11 deShostakovich, sencillamente para el recuerdo. Tersura de cuerdas, tensión,percusión justa y contenida, vientos en estado de gracia, magnífica respuesta delbronce, cuerdas graves con una profundidad de sonido que me hizo regordear antelo que estaba escuchando y una acústica formidable (Gustavo Basso, uno de los”padres” de la criatura se movió por la sala ajustando detalles y me manifestó quehoy el sonido está en unos ocho puntos, cosa en la que Yo coincido totalmente).
Lano se floreó y la Sinfónica respondió extraordinariamente, transformando a lasala en una verdadera “caldera humana” al final de la obra. Si uno recuerda lasúltimas presentaciones de Lano en el Colón y con la Filarmónica en el Gran Rex(con el Colón Cerrado), siempre nos llamaba la atención el pedido de afinar entremovimiento y movimiento de una Sinfonía, a tal punto que daba la impresión quetrataba a las agrupaciones como si fuesen conjuntos de conservatorio. Aquí enningún momento ocurrió eso, su dirección fue pulcra y precisa, sus gestos de unaprecisión casi “quirúrgica” y la respuesta de la Orquesta fue inolvidable, como si sehubiesen sentido a gusto con el Director en todo momento, tanto que algunosmúsicos dejaron sus instrumentos para batir palmas junto al público en homenajeal Director y Lano mostró una sonrisa de oreja a oreja, que tuve que rememorarcuánto hacía que no lo veía así. Un momento sencillamente impagable.
La Sinfónica vuelve en serio, Celebrémoslo.